Atarse los zapatos solos

Juego hecho a mano para enseñar a los niños a atarse los zapatos solos.

Existen diferentes maneras de atarnos los zapatos. Hace algún tiempo, un niño llamado Colton de tan solo 5 años revolucionó al mundo con su peculiar manera de atarse los cordones. Su método consiste en introducir el extremo de cada cordón en el último agujero de su lado, formando una especie de lazada que hace el nudo más resistente y sin mucha cantidad sobrante de cordón.

Una vez que el niño haya aprendido a maniobrar con los cordones, ha llegado el momento de enseñarle los movimientos propios del lazo.

 

– Primero, debe aprender a hacer una X entrecruzada, con los extremos del cordón, y a tirar fuertemente de ambos.

– El segundo paso es hacer tipo una oreja de conejo con uno de los extremos del cordón, a la vez que toma el otro extremo y lo pasa alrededor del lazo.

– Luego, con el pulgar y el índice, debe tomar el cordón alrededor del lazo para pasarlo entre la oreja de conejo. Una vez que ha pasado el cordón, debe tirar de ambos lados, siempre en direcciones opuestas, hasta que el nudo del lazo quede firme.

Beneficios que nos aporta esta divertida actividad

Es un proceso lento, en el cual las familias debemos de ser pacientes, ya que esa misma paciencia se la trasladaremos al niño o niña y no abandonará el proceso en el primer fracaso, sino que continuará intentándolo hasta que lo consiga. De esta manera fomentamos su autonomía, autoestima, independencia y confianza en sí mismo.

Actualmente, debido al ritmo de vida que llevamos los adultos, es cada vez más común ver a niños y niñas de 10 y 12 años utilizando zapatillas con velcros, ya que son más cómodas, rápidas y fáciles de poner. Pero estos, no saben atarse los cordones, porque desde pequeños sus familias han preferido la rapidez y comodidad frente al desarrollo de la psicomotricidad y autonomía de sus hijos e hijas. Este hecho ha sido estudiado e investigado por Ian Fieggen, tanto es así que ha escrito un libro llamado ‘Laces’.

Además permite ejercer un control sobre los dedos de sus manos y potenciar la coordinación óculo-manual. La atención, concentración y observación será trabajada en cada movimiento de manos, así como la fuerza al tirar de los lazos ya realizados.

¡Una sencilla actividad para realizar algo que aprenderán y jamás olvidarán!